El calculado homicidio del exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval –ocurrido la madrugada del 18 de diciembre en Puerto Vallarta– volvió a poner bajo la lupa nacional la sangrienta lucha que existe entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa por el control territorial no sólo de la entidad que gobierna Enrique Alfaro, sino de todo México.
Y es que más del 75 por ciento de las rutas de tráfico de drogas ilegales con destino a Estados Unidos, las áreas de producción –siembra y laboratorios clandestinos, incluido el llamado Triángulo Dorado– y las zonas de comercio al menudeo formaría parte de esa guerra violenta entre las dos grandes organizaciones, revela información elaborada por las áreas de inteligencia mexicana.
En el caso de Jalisco –antes considerado uno de los principales bastiones del CJGN–, las disputas habrían derivado en que el Cártel de Sinaloa controle unos 50 municipios, incluidos Puerto Vallarta –donde ocurrió la ejecución del político priísta–, Guadalajara y Zapopan, de acuerdo con el mapa de las zonas de influencia de los cárteles con el cual trabaja la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para asestar golpes económicos a los criminales.
Por su parte, el Informe sobre delincuencia y seguridad de México 2020: Guadalajara –elaborado por el OSAC, Overseas Security Advisory Council– señala que México es el tercer productor mundial de opio, es productor y distribuidor de éxtasis, uno de los principales proveedores de heroína y el mayor proveedor extranjero de marihuana y metanfetamina del mercado estadounidense, así como el principal país de tránsito para la cocaína procedente de América del Sur con destino a Estados Unidos. “Se estima que el 95 por ciento de los embarques anuales de cocaína hacia Estados Unidos pasan por México”.
Respecto del impacto de estos negocios ilícitos en la costa del Pacífico, el Informe indica que el Oeste de Jalisco, Nayarit y Colima son las principales zonas de cultivo de marihuana y amapola. “La región también es conocida como una zona importante en la producción de metanfetamina. El puerto de Manzanillo (estado de Colima) es una importante puerta de entrada para precursores químicos”.
Respecto del Cártel Jalisco Nueva Generación, apunta que es la organización de narcotráfico más poderosa en el área de operaciones del Consulado General de Estados Unidos en Guadalajara. “Si bien la violencia relacionada con los cárteles ha ido en aumento, en gran medida está dirigida contra cárteles rivales y, a menudo, no afecta a las poblaciones civiles”.
El mapa de la UIF ubica como líderes territoriales a los cárteles Jalisco Nueva Generación y Sinaloa: a ambos se les atribuyen áreas de influencia en las costas del Pacífico –con disputas en Baja California Sur, Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco y Michoacán–, el llamado Triángulo Dorado –el primero dominando la parte correspondiente a Chihuahua, y el segundo en los territorios sinaloense y duranguense– y la frontera Norte del país.
Entre México y Estados Unidos, la zona más codiciada para los grupos criminales, el Cártel de Sinaloa controlaría la línea fronteriza en Baja California, Sonora –en los territorios de San Luis Río Colorado, Puerto Peñasco, General Plutarco Elías Calles, Caborca, Altar, Sáric, Nogales y Santa Cruz–, la mitad de Chihuahua –Janos, Ascensión, Juárez, Guadalupe y Praxedis–, y una tercera parte de Coahuila –Jiménez, Piedras Negras y Nava–; mientras que el CJNG tendría bajo su influencia en Sonora, la franja de Agua Prieta y Naco; en Chihuahua, lo correspondiente a Ojinaga; y en Coahuila, Guerrero e Hidalgo.
Dicho mapa geolocaliza a 11 organizaciones delictivas de alto impacto, de las cuales dos –precisamente el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel del Pacífico– son consideradas de “naturaleza supranacional”.
En esa geografía criminal también se ubican el Cártel del Golfo, Los Zetas, La Familia, Los Beltrán Leyva, Fuerzas Antiunión, Cártel Santa Rosa de Lima, La Unión Tepito, Cártel de Noreste y ‘Guerreros Unidos’.
Mapa del narcotráfico
El mapa del narcotráfico –con el que la UIF elabora sus estrategias antilavado de dinero– indica que los cárteles Jalisco Nueva Generación y Sinaloa serían los dominantes del territorio nacional.
De esta información oficial se deprende que el CJNG tiene presencia en 24 entidades del país; el Cártel del Pacífico se localiza en 19 estados; el Cártel del Golfo, en 14 entidades; Los Zetas, en 13; el Cártel del Noreste, en cinco; Guerreros Unidos, en cuatro; La Familia, en tres; Los Beltrán Leyva, en tres; el Cártel Santa Rosa, en dos; Unión Tepito, en dos; y Fuerzas Antiunión, en dos.
También se descubre que el Cártel de Sinaloa y el CJNG se disputan territorios de 15 entidades: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Zacatecas, Jalisco, Colima, Querétaro, Estado de México, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo.
La información de inteligencia que ha sido integrada en la Evaluación nacional de riesgos 2019-2020 apunta que en otra disputa relevante es la del Cártel Santa Rosa de Lima con el CJNG, con impactos muy severos en el ámbito de la seguridad pública de Guanajuato y Querétaro.
Sobre la disputa encarnizada entre Sinaloa –antes el cártel “predominante de México”– y Jalisco Nueva Generación –“su competidor agresivo”–, el informe Mexico: organized crime and drug trafficking organizations observa que de ésta se deriva la violencia “desde la ciudad fronteriza de Tijuana hasta la costa Este de México”. Agrega que el CJNG estuvo involucrado en enfrentamientos violentos con rivales para controlar los cruces fronterizos y el contrabando.
Asimismo, destaca la lucha entre el segundo y el Cártel Santa Rosa de Lima por el mercado de combustibles robados, que potenció los asesinatos en Guanajuato, el estado más violento de México en la primera mitad de 2020.
Con información de EFE y AP
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