En concordancia con el acuerdo antiinmigrante pactado entre los gobiernos de México, Honduras, El Salvador, el gobierno de Guatemala, encabezado por el presidente Alejandro Giamattei decretó el 14 de enero pasado un "estado de prevención" en siete departamentos.
Tras el ingreso de estos miles de migrantes en días recientes, el gobierno lanzó un comunicado en donde calificó el paso de la caravana como una "transgresión a la soberanía nacional" e instó a gobiernos locales a tomar medidas extraordinarias, con la excusa de la contingencia sanitaria.
El brutal operativo de este domingo fue registrado por prensa que acompaña la caravana y que reportó el uso de gases lacrimógenos y palos en contra de hombres, mujeres y niños. Según informaron autoridades migratorias guatemaltecas, se han instalado al menos 20 puestos de control policial para detener el paso migrante hacia México.
Autoridades de Guatemala informaron que entre el jueves 14 y el sábado 16 de enero deportaron al menos a mil migrantes hondureños, entre los cuales se encontraban, según el Instituto Guatemalteco de Migración, al menos 163 menores de edad.
De acuerdo con el reporte de medios como Prensa libre, la caravana, que partió del norte de Honduras desde el pasado 13 de enero con aproximadamente 6 mil migrantes, ha sido dividida en bloques de 3 mil. Se trata de trabajadores, hombres, mujeres y niños que huyen de la pobreza y la violencia que azota la región y cuyas condiciones han empeorado a partir de la crisis sanitaria y como consecuencia de los estragos de los huracanes Eta y Iota.
Con información de EFE y AP
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