Los primeros reportes, ambas víctimas se trasladaban en una camioneta BMW X4, de color blanco, sobre la avenida central Guillermo González Camarena, de Santa Margarita, hacia el Periférico, cuando un sujeto en una motocicleta se les emparejó del lado del copilotó y accionó su arma de fuego.
El copiloto fue quien murió, pues recibió los primeros impactos, ya que se contabilizaron 10 orificios de bala, mientras que el piloto resultó herido por las balas que lo alcanzaron debido a la agresión.
El conductor, de 29 años de edad, fue trasladado en estado grave por impactos en el tórax al hospital Real San José, el más cercano de la zona, sin embargo, hasta el momento se desconoce su estado de salud. Momentos más tarde, elementos del Ejército acudieron a la zona del percance para apoyar en las diligencias necesarias.
Según el periodista Armando Villarreal, del medio local Guardia Nocturna, el ataque fue directo contra ambos sujetos. Según versiones no confirmadas, el copiloto tenía una edad aproximada de 25 años. Asimismo, elementos de la Guardia Nacional (GN) fueron los primeros respondientes y generaron un operativo en las calles aledañas a la zona para evitar el paso de automovilistas, con el fin de evitar perturbar la zona donde sucedió el ataque armado.
Este hecho recordó la violencia que ha acontecido durante las últimas semanas en el estado de Jalisco, donde se han registrado múltiples asesinatos de personas presuntamente inocentes y desligadas de cualquier acción ilegal.
Por ejemplo, lo sucedido el pasado 27 de febrero, cuando 11 albañiles fueron masacrados en Tonalá, luego de cobrar su “raya”. Comenzaron a beber cervezas de lata frente a la casa del contratista. Estaban sentados en un banquetón de cemento de la calle Rucias Negras, en la colonia La Jauja. Junto a ellos estaba una camioneta pick up todavía con las palas, los marros, los instrumentos de trabajo que habían empleado durante la jornada.
Se cree que al menos cuatro hombres armados llegaron minutos después a bordo de una camioneta oscura y rafaguearon indiscriminadamente contra todos los ahí presentes. Más de 150 tiros de AK-47 y algunos otros de calibre .40 quedaron en la calle.
Sin embargo, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, se deslindó del hecho y reiteró que “la lucha contra el crimen organizado es responsabilidad del gobierno federal por disposición constitucional”.
Luego de estas declaraciones, alrededor de 600 agentes de la Guardia Nacional y del Ejército mexicano arribaron a Jalisco. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció el 1 de marzo reciente que había acordado reforzar la seguridad en el estado, desde hace un mes. Dijo que había instruido el envío de más efectivos, pues ahí domina un grupo delincuencial, en referencia al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
AMLO aseguró que dio la orden desde febrero y volvió a plantearlo el domingo pasado, un días después de que fueran asesinados a balazos 11 albañiles. Pero no fue sino en las últimas horas del pasado 6 de marzo que llegaron los uniformados a Jalisco.
Con información de EFE y AP
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